Un caso de censura en el mundo del gaming indie
¿Te imaginas tener un juego listo para lanzarse y que, de repente, todo se vaya al traste? Eso les pasó a los desarrolladores de *Horses*, un juego de terror indie que estaba programado para su lanzamiento el 11 de diciembre de 2025. A solo un par de días de su gran debut, se vieron atrapados en un torbellino de polémicas y rechazos por parte de varias plataformas digitales. Steam, Epic Games Store y la Humble Store (que, finalmente, dio marcha atrás) rechazaron listarlo por su contenido considerado demasiada “problemático”. Pero, ¿cuál es el verdadero meollo del asunto?
Aquí es donde la cosa se complica. La premisa de *Horses* no es la típica de un videojuego de terror. Son conocidas las críticas y alegatos de censura en la industria, pero este caso lleva la narrativa a un nivel diferente. El título se centra en un entorno perturbador, donde los “caballos”, protagonistas del juego, no son lo que parecen. Hablamos de seres humanos desnudos con máscaras de caballo que representan un contenido y temática pesada.
La controversia no se limita a la desnudez, sino que se intensifica por la inclusión de una joven cuya cercanía a estos “caballos” despierta alarmas. Según declaraciones del cofundador de Santa Ragione, Pietro Righi Riva, una escena donde la hija del personaje principal expresa su deseo de montar uno de esos “caballos” ha sido objeto de la controversia. La describen como un diálogo interactivo donde un adulto, en una situación poco convencional e inquietante, es conducido como un animal. A pesar de que el contenido no es sexual en sí mismo, la mera utilización de estos elementos lo convierte en un punto de inflexión para su aceptación en plataformas que abogan por una ética de contenido más estricta.
En este contexto, la respuesta de Steam fue clara: la compañía decidió que *Horses* no tenía cabida en su tienda. Recibieron un mensaje que rezaba que no distribuirían contenido que, en su criterio, representase conductas sexuales relacionadas con menores. Aunque Santa Ragione ajustó la edad del personaje involucrado para evadir la controversia, Steam no mostró signos de reconsiderar su decisión. ¿Estamos ante una forma de censura justificada, o simplemente es un reflejo de miedos a posibles repercusiones mediáticas?
Lo que piensan las plataformas: justificación o censura injusta
Las plataformas digitales han tomado la decisión de no incluir este título en su catálogo, cada cual con su justificación. En el caso del Epic Games Store, el rechazo se amplió inesperadamente justo antes del lanzamiento. La reacción de Epic fue que encontraron violaciones a sus directrices de contenido, subrayando que hay una línea que no están dispuestos a cruzar. Las normas que establecen para el contenido inapropiado son estrictas, prohibiendo representaciones de comportamiento sexual explícito y cualquier contenido que pueda considerarse de odio o abusivo.
Sin embargo, ¿realmente hay algo en *Horses* que justifique esa categorización? ¿Estamos hablando de agresión directa y abuso, o simplemente es una narración creativa que busca contar una historia perturbadora? El propio Riva argumenta que gran parte de la decisión de Epic se forjó en la creciente atención mediática que ganó el juego después de que Steam le cerrara las puertas. Lo que comenzó como un rechazo basado en contenido se convirtió en un efecto dominó donde otros gigantes temieron la caída de su reputación al permitir un juego que podría ser malinterpretado o mal recibido.
El tema aquí es cómo las normas de la comunidad y la presión social influyen en las decisiones empresariales. Tal vez las plataformas estén usando esta narrativa de “protección” como un escudo contra posibles críticas, pero, por el otro lado, se trata de una creación artística que busca explorar la incomodidad y el horror de la condición humana. Allí radica el conflicto: el arte tiene el derecho a cuestionar, incomodar y provocar, y las plataformas tienen la responsabilidad de vender productos que cumplan con sus políticas. ¿Pero a qué costo se niega la distribución de una voz artística?
¿Adiós a la libertad creativa en la industria del gaming?
Esta situación despierta una reflexión profunda sobre la libertad creativa. Si los videojuegos son considerados arte, entonces, ¿por qué están siendo tratados como mercancía polémica? La controvertida sinopsis de *Horses* ofrece una narrativa cargada de simbolismo y preguntas acerca de la moralidad en nuestro entorno. Pero la reacción de las plataformas es un reflejo de una industria que aún teme a sus propios fantasmas.
Los desarrolladores independientes suelen luchar mucho más por hacerse un espacio en el trono de los grandes. Lo que ocurre aquí resuena con la historia de muchos otros títulos que han sido considerados «demasiado» para el consumo masivo. ¿Es la industria cerrándose a la posibilidad de su propia evolución? Zonas de confort sobre lo que se puede o no representar afectan la innovación. Después de todo, no se trata solo de proyectar lo que es seguro; se trata de explorar y, de vez en cuando, de provocar.
Con la presión de institucionalizar normas más amplias de contenido debido a las sofisticadas técnicas de marketing, algunos de los desarrolladores indie buscan romper esa barrera. *Horses*, aunque tachado como «inapropiado», ha recibido atención y ha logrado venderse de manera efectiva en plataformas como GOG. Este fenómeno revela que, si bien se ataca la censura, también se exaltan los elementos que hacen a la industria tan vibrante y provocadora. La lucha entre las grandes plataformas y la creatividad de los desarrolladores indie es, a fin de cuentas, la lucha del arte por continuar existiendo a pesar de las restricciones impuestas por el miedo.
Las reacciones de la comunidad gamer
Como era de esperarse, la comunidad gamer ha reaccionado con una mezcla de sorpresa, indignación e incluso desdén. Cuando una propuesta de juego como *Horses*, que desafía los límites de lo convencional, se enfrenta a la censura, genera debates candentes en redes sociales. Muchos gamers han alzado la voz, defendiendo el derecho de Santa Ragione a contar su historia sin censuras incómodas que restringen su visión.
Plataformas como Twitter se han convertido en un campo de batalla donde la conversación gira alrededor del tema de la censura. Los adeptos a la libertad de expresión en los videojuegos critican las acciones de Steam y Epic Games, catalogándolas como un ejemplo de cómo las corporaciones priorizan su imagen por encima de la diversidad narrativa. Un hashtag tras otro ha comenzado a circular, dando forma a una comunidad que se siente profundamente apasionada por el futuro del juego.
A su vez, *Horses* se ha vuelto un objeto de «curiosidad maligna», donde la negativa a aceptar su contenido ha creado un aura de misterio a su alrededor. Este tipo de atención negativa muchas veces puede ser un arma de doble filo, pero en este caso, parece que ha producido un efecto contrario: la búsqueda de *Horses* en plataformas como GOG ha aumentado, lo que demuestra que incluso la censura tiene su propia económica peculiar. El estigma en torno a la obra ha llegado a hacer que muchos jugadores consideren explorarla solo por su reputación.
Las alternativas que no dejan de crecer: itch.io y GOG
Hablando de GOG, cabe mencionar que *Horses* ha logrado mantener su presencia en ciertas plataformas, y una de ellas es itch.io, ese oasis donde los juegos pueden ser dispersados sin miedo a represalias. Esta plataforma es famosa por ofrecer un espacio donde los desarrolladores pueden publicar su arte de manera independiente. GOG, por su parte, ha abierto las puertas a un juego cuya narrativa no encajaría en muchos otros entornos debido a sus audaces elecciones creativas, ofreciendo así una posible salvaguarda para aquellos dispuestos a aventurarse en el lado más oscuro del gaming.
El hecho de que los desarrolladores decidieran lanzar su juego en itch.io, un sitio que históricamente ha destacado por dar voz a desarrolladores indie y títulos poco convencionales, no es una simple casualidad. El espíritu de la plataforma está diseñado para dar cabida a historias que deben contarse, aunque sean difíciles de digerir. Aquí es donde reside la esperanza para aquellos que buscan salir de la caja corporativa y contar la historia que necesitan compartir.
Es fascinante cómo la comunidad gamer y las preguntas de libre expresión chocan con las políticas de las plataformas más tradicionales. Esta divergencia está dando pie a una mayor variedad de experiencias en el gaming. Podemos estar presenciando el despertar de un nuevo movimiento que rinde tributo a los aspectos más emotivos y oscuros de nuestro ser, aumentando el número de títulos que retan la moral y los preceptos establecidos.
¿Qué se viene en el horizonte? Reflexiones finales
Observando todo lo que ha sucedido, queda claro que, aunque *Horses* ha enfrentado rechazos brutales y censura, la situación está solo comenzando a desarrollarse. La industria del gaming atraviesa un momento crucial, donde la naturaleza misma de la creación se pone a prueba por los estándares incrustados en la cultura corporativa. Cada juego que enfrenta restricciones puede provocar perturbaciones, pero también puede significar la chispa que enciende el fuego de la creatividad sin límites.
El desafío ahora es: ¿qué harán los desarrolladores ante un paisaje hostil? Santa Ragione ha demostrado su resistencia al adaptar su contenido, pero se necesita más que una simple reestructuración para combatir escenarios de censura que empiezan a tomar fuerza. Estamos ante una encrucijada; artistas y gamers deben alzar la voz y tomar una postura activa frente a esta lucha por la libertad en el arte.
Se avecinan tiempos interesantes. La comunidad gamer, con su pasión y su deseo de innovar, podría dirigir esta corriente hacia un futuro donde las visiones creativas se celebren, y no se borden a las sombras de los comerciantes. Seguiremos viendo cómo esta situación se desenvuelve, pero una cosa es cierta: la conversación está lejos de terminar.
