Call of Duty: Black Ops 7 – ¿Realmente es lo que esperábamos?
Así que estamos aquí, con Call of Duty: Black Ops 7, el último capítulo de una saga que, a esta altura, parece más interesada en acumular opciones que en ofrecer una experiencia realmente memorable. Lanzado a finales de 2023, y en un momento donde la competencia ha cambiado las reglas del juego, el nuevo título de Activision llega con una mezcla de novedades y viejas fórmulas que, a algunas, les sienta bien, mientras que a otras… bueno, quizás no tanto.
Ya sabemos que, tradicionalmente, Call of Duty ha sido una máquina de hacer dinero. Pero este año, los desarrolladores, Treyarch y Raven Software, han metido la pata bastante al intentar reinventar la rueda, basando su estrategia en el miedo a perder su dominio en el mercado frente a competidores como Battlefield 6 y otros juegos inesperados como Arc Raiders, que están arrasando con un enfoque fresco y atractivo.
Campaña cooperativa: ¿El mayor despropósito de la saga?
La campaña de Black Ops 7 intenta ser un viaje inmersivo, pero todo se siente más como un mal viaje. Situada en 2035, la trama gira en torno a Raúl Menéndez, un villano que, a pesar de estar muerto desde hace una década, aún acecha los pensamientos de David Mason (toma nota, porque lo que se viene a continuación es digno de una película de serie B). La experiencia no sólo es absurda, sino que está planteada de una manera tan llevada de la mano que te sientes como si te obligaran a ver un episodio de una serie que ya ha sido cancelada.
Durante unas seis horas (sí, seis horas que nunca recuperarás), experimentarás un desfile de situaciones que no sólo son surrealistas, sino que se preguntan constantemente: “¿de verdad estamos haciendo esto?”. Sin pausa opcional en solitario y la necesidad de estar conectado a Internet (porque claro, lo que menos queremos es que la gente se aburra), la campaña cooperativa se convierte en un calvario. La IA de los compañeros brilla por su ausencia, ya que sólo son sombras en las cinemáticas y un eco en los diálogos. ¿Por qué? Porque hacer que un modo cooperativo realmente funcione es complicado, pero no imposible. Aquí simplemente no se ha hecho el más mínimo esfuerzo.
Los once niveles parecen más un aluvión de enemigos que un reto estratégico. En un ejemplo de diseño que excluye completamente la táctica, los jugadores tienen que acribillar hordas de enemigos sin sentido. Las habilidades especiales, que van desde la reanimación con desfibrilador hasta salud regenerada como si lleváramos una armadura de superhéroe, restan todo tipo de desafío. Y el estilo de shooter looter, donde todos los enemigos poseen barras de vida como si estuvieran en un RPG, se convierte en un festival de balas sin nada realmente nuevo que aportar. Lo dicho: todo parece una gran broma.
Los momentos que intentan incluir sigilo son tan breves que nos hacen reír mientras corremos por los niveles como si estuviéramos en un maratón a prueba de balas. No hay nada memorable, nada que haga que los viejos fans de la saga se sientan conectados con esas campañas épicas del pasado. Más que un homenaje, es un nutre-cuerpo de consumo rápido y desechable. Total, solo hay que pasarse la campaña para desbloquear el siguiente modo, ¿verdad?
Endgame: el nuevo «modo» que no entusiasma
La campaña no es el único nuevo modo, y aquí es donde entra Endgame. Suena atractivo, ¿verdad? Un sistema PvE donde hasta 32 jugadores pueden lanzarse a la aventura en equipos de cuatro, pero ahora me pregunto: ¿cuánto innovan realmente? Este nuevo modo apela a las modas actuales y mezcla fórmulas exitosas de otros shooters, intentando crear algo que pueda rivalizar con «extraction shooters» consagrados. Pero, a pesar del hype, se siente más como un refrito sin sabor. Avalon, el campo de batalla, ofrece distintas zonas de dificultad que supuestamente se pueden atravesar al completar objetivos. Perfecto sobre el papel, pero cuando llegas allá afuera te das cuenta de que el equilibrio en la dificultad se siente escaso (y eso si es que está ahí). Además, el hecho de que si caes, pierdes tus habilidades es un juego en sí… pero una trampa llena de frustración para el jugador. ¿No puede existir un modo PvE relajado donde matar zombis y completar misiones sea divertido, en lugar de un infierno consumible?
Aunque hay promesas de futuras actualizaciones, les recuerdo a los desarrolladores que la repetitividad es el peor enemigo. Deberían mirar cómo sus competidores están innovando constantemente; si el futuro de Endgame incluye algún componente PvP, podría alcanzar un estatus más destacable, pero, por ahora, se siente como algo inacabado.
Al menos en el modo multijugador, Black Ops 7 no saca pie del freno. Con 16 mapas disponibles desde el lanzamiento (sí, tenemos de vuelta joyitas como Express y Raid), la experiencia clásica de Call of Duty está ahí. Pero, claro, no hay mucho que decir al respecto. Puedes esperar el mismo sistema adictivo de tiroteos rápido, y estoy seguro de que los jugadores hardcore encontrarán su equilibrio entre las armas y los mapas.
Multijugador: Lo de siempre, pero con un toque de nostalgia
La introducción de Escaramuza es lo que más resuena en la comunidad. Equipos de 20 luchando en el nuevo mapa de Avalon; suena intenso y, honestamente, lo es. Pero qué fácil es caer en la vieja táctica de revivir lo que funcionó hace cinco años. Me alegra que no se haya arruinado, pero me pregunto si realmente se esforzaron en dar algo nuevo al grinder anual de Call of Duty. Sin nuevos modos de juego realmente innovadores, el multijugador termina siendo una variación de lo que ya hemos experimentado.
El modo zombis de Black Ops 7 podría ser la estrella, y no porque sea perfecto, sino porque se siente como un soplo de aire fresco en un mar de mediocridad. Con un vasto mapa que permite desplazamientos en veículo, la exploración y la estrategia son claves aquí. La necesidad de craftear mejoras para sobrevivir a hordas de no-muertos te fuerza a explorar a fondo, y eso es algo que muchos jugadores, yo incluido, aprecian enormemente. Todo se siente como un viaje, y la satisfacción termina siendo muy superior a lo encontrado en la campaña.
Modo Zombis: Una pequeña luz en la oscuridad
La adición de Dead Ops Arcade trae consigo un aire nostálgico, un recordatorio de un modo que estaba perdido entre títulos anteriores. Esa mezcla de experiencia que te reta sin ser tediosa es un alivio, y, como se espera, desencadena un ciclo adictivo en el que uno puede perderse horas disfrutando de la jugabilidad simple pero efectiva.
En resumen, Call of Duty: Black Ops 7 ofrece un buffet de contenidos donde algunos platos saben a gloria, mientras que otros son indigestionables. El modo multijugador sigue manteniendo el tipo y es probable que sea este el que mantenga la saga a flote. La campaña… bueno, la olvidan. El modo zombis puede ser un fuerte contendiente. Y la novedad de Endgame sigue estando por verse. En un océano de competidores, cada movimiento se vuelve crítico. Activision aún tiene que demostrar que puede mantener la esencia mientras ofrece algo que realmente sumerja al jugador.
¿El futuro del shooter está en Call of Duty?
Los desarrolladores deben estar atentos a la respuesta del público porque, como dice el refrán, en el mundo del gaming no hay lugar para los complacientes. Con nuevos titanes en el horizonte, sería una auténtica pena que el rey Call of Duty, en su obsesión por diversificar, termine cortándose a sí mismo. ¿Logrará Call of Duty mantener su cetro en esta feroz batalla o se convertirá en un eco del pasado? Solo el tiempo lo dirá.
Los desarrolladores deben estar atentos a la respuesta del público porque, como dice el refrán, en el mundo del gaming no hay lugar para los complacientes. Con nuevos titanes en el horizonte, sería una auténtica pena que el rey Call of Duty, en su obsesión por diversificar, termine cortándose a sí mismo. ¿Logrará Call of Duty mantener su cetro en esta feroz batalla o se convertirá en un eco del pasado? Solo el tiempo lo dirá.
